Bril nos ha escrito un largo mensaje: «Buen día antes que nada. Estoy pasando por una angustia mental horrible. Mi mundo externo está bien el problema soy yo, está es la situación; desde inicios de año tenía el objetivo de bajar de peso, no es que estuviera gorda en su momento, pesaba al rededor de 55 kilos y media 1.58 cm. Pero llegué a mi punto de obsesión, empecé a visitar páginas pro-ana y de chicas con problemas alimenticios en Twitter. Y con eso pasé entre Febrero y mediados de Abril sin comer y contando cada caloria que comía, asi como haciendo mucho ejercio y si la ocasión lo requeria; vomitando. Para Abril ya pesaba al rededor de 48 kilos. Pero claramente fue mucho para el poco tiempo, asi que mi salud mental se deterioró, empecé a deprimirme y tuve intentos suicidas. A inicios de Mayo encontré una receta para hacer roles de canela (estaba en proceso de recuperación, pues en este punto no podia ocultarlo ante mis padres), recordé que antes me gustaba mucho hacer pasteles y temas de repostería, asi que en busca de un poco de paz hice la receta y me quedaron unos hermosos roles, unos que jamás había probado. A continuación me metí al gym, me enfoqué en ganar masa muscular, comer balanceado. Pero siempre existía la paz que sentí aquel día que hice los roles. Fue entonces que cuando salí de vacaciones (Junio y Julio) me la pasé haciendo galletas, pan, pays cada fin de semana. Era mi alivio, es mi alivio, me hace sentir segura, puedo pasar horas haciéndolo y disfrutar cada minuto, es un arte para mi. Y todo el mundo me dice que queda delicioso cada cosa que hago. Pero viene aquí la decisión mortal, peso actualmente 50 kilos, según un examen que me hice la mayoría es masa muscular. El problema es que sin importar cuantos kilos baje: no tengo cintura. Mi abdomen es relativamente pequeño de lado, pero de enfrente me veo detestable. No me gusta para nada mi físico, tengo caja torácica muy grande y hombros anchos, manos largas y piernas del mismo tamaño. Entonces, si quiero estar flaca con una cintura pequeña: debo dejar el pan y todo lo relacionado a azúcar y harinas. Ese es el problema, si dejo todo eso dejo también la pasión que siento por la repostería, tal vez les parezca una estupidez, pero para mi que soy una adolescente estúpida me tiene al borde del suicidio. Cuando hago algo de horneado me siento bien, pero mi hambre me ataca y empezó a comer todo descontroladamente. Mi ansiedad por comer me tiene entre la borda de ser feliz pero una gorda que nadie quiere o flaca. Al principio pensé en vender todo lo que hacía o regalar, pero es difícil cuando en el proceso tienes que probar y al terminar siempre están esas ganas de probar todo y mucho para comprobar que efectivamente: te salió bueno el postre. Y a eso le tengo miedo, a volverme una adicta al azúcar porque elegí ser feliz y seguir con mi pasión a la repostería, a estar gorda y ser la misma que nadie quería antes. O si, tener mi vida activa en gimnasio, comer saludable y consegir mi cuerpo soñado a base de sacrificar algo que tanto me gusta. Me dicen que tenga un balance, pero eso nunca ha funcionado conmigo, no puedo controlar la brecha mental de estar en medio de dos mundos que no se complementan entre sí y sentirme como una hipócrita. La repostería saludable también lo pensé pero es muy costosa incluso para hacerlo una vez al mes o dedicarse a ello. Todo el mundo me dice que voy bien, que no estoy gorda, que estoy normal. Ese es el problema, no quiero ser normal, quiero ser flaca, quiero ser linda. 🙁    Muchas gracias a quien sea que lea esto y tomarse el tiempo de hacerlo, me siento mejor ahora que pude sacarlo de mi mente, ya que es difícil tratar de estos temas con personas cercanas a ti.»

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Hola Bril,

El solo hecho que hayas dedicado tu tiempo a escribir este mensaje y que esto te haya sido útil para ordenar tus ideas en tu mente es ya una gran noticia. Y además sirve para darle sentido a la existencia de esta página web. Muchas gracias.

Sobre lo que escribes. Se nota que eres una chica madura; adolescente, pero con la capacidad para transmitir de forma clara tus pensamientos. Escribes muy bien, no son solo los pasteles lo que haces bien 🙂

Creo que hay varios temas a tratar respecto a tu mensaje. Voy uno por uno.

Primero: tu carácter. Fíjate que eres una persona que cuando se dedica a algo lo hace con mucha pasión, diría yo incluso con obsesión. Cuando querías adelgazar llegabas a un gran detalle con lo que debías comer, controlándolo todo. Con los pasteles, con tanta dedicación que te salen increíblemente buenos.

La gente increíblemente buena en algo es siempre obsesiva: los jugadores de fútbol juegan todo el día, las grandes científicas no dejan nunca de estudiar, los grandes músicos están todo el día con la música. Ser obsesiva no es malo, al contrario puede ser muy muy bueno, pero la obsesión tiene que estar dirigida hacia alguna cosa que sea positiva para la persona.

Segundo: la anorexia. Lamentablemente antes de empezar con la repostería tu obsesión se dirigió al control de tu peso. Pero se te fue de las manos. Yo tengo una vecina que estuvo muchos meses en el hospital por culpa de la anorexia, y una familiar que también estuvo en tratamiento. No dejes que esta obsesión por el peso te domine, te puede arruinar la vida.

Tercero. No entiendo por qué intentar tener un balance entre la repostería y el gimnasio es ser una hipócrita. Es que acaso las personas que se dedican a hacer más felices las vidas de los demás gracias a unos ricos postres no pueden ir al gimasio ni hacer deporte?

Te diré más: a mi me encantan los dulces pero también me gusta mucho hacer deporte. Así que si me como unos buenos trozos de pastel después no puedo salir a correr? Aquí no estoy de acuerdo contigo. Yo necesito ambas cosas en mi vida y te aseguro que si solo comiera pastel me sentiría mal, y si solo hiciera deporte sin comer nada dulce tampoco podría ser igual de feliz.

Cuarto: ser flaco no es necesariamente bueno. El estado de salud no se mide por como de flaca está una persona, sinó por cómo está su forma física. Todos los extremos son malos, en la vida siempre se tiene que estar en equilibrio, y siendo excesivamente flaca estás rompiendo este equilibrio. Igualmente el equilibrio también se rompe con un sobrepeso excesivo, o con una alimentación que no nos aporta lo esencial para vivir.

Este equilibrio del que hablo también tiene que ser mental, por esto es tan importante que puedas identificar las cosas que te preocupan para poderlas solucionar. Y esto lo has hecho de maravilla escribiendo este mensaje.

Quinto. No dejes que los estereotipos de belleza te enganchen como un pez a un anzuelo. Vuelvo a estar en desacuerdo contigo en este punto: ser flaca no significa ser linda. No dejes que la influencia de las redes sociales y las marcas de ropa te capture. En el mundo existen muy pocos hombres y muy pocas mujeres con un cuerpo perfecto como el que nos enseñan en las revistas.

La belleza es una cosa muy personal, y te diré más, la belleza nace del interior. Estoy seguro que aunque un chico tuviera un físico muy bonito, si lo conocieras y vieras que es una mala persona no lo podrías ver bello. Y a la inversa, un chico que no sea guapo, si te hace reír, te da conversación interesante, te hace sentir cómoda a su lado, al final lo encuentras bello. Te lo digo por experiencia!

Tienes una gran capacidad de sacrificio, pones pasión en las cosas que haces, y esto son auténticas virtudes; cuesta mucho encontrar personas así. Pero ahora mismo has enfocado mal tus esfuerzos. Yo creo que te equivocas cuando dices que el gimnasio y la pastelería son incompatibles, pero si después de leer este mensaje lo sigues pensando te aconsejo que dejes ambas cosas y que busques algo distinto donde poder poner esta energía, sacrificio y pasión tan grandes que tienes.

Te lo digo con el corazón. No te conozco pero mientras escribo esta respuesta me voy imaginando como eres, y me parece que tienes un gran potencial como persona. Creo que realmente puedes hacer que este mundo sea un lugar mejor para ti y para los demás.

Piensa que este es al fin y al cabo el sentido real de la vida.

Muchos ánimos!!

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P.D. Si crees que este mensaje te sirve, piensa que lo único que te pedimos es que actúes con los demás de la misma forma que actuamos contigo. Es decir, intentando ayudar sin pedir nada a cambio